En esta era de la tecnología y de la comunicación de masas es difícil obtener un poco de soledad y tiempo para uno mismo. Y es que en la era de la comunicación, prima la IN-comunicación.
Por ejemplo:
– Estáis comiendo: echáis mano al Twitter, a ver que se cuece aunque en realidad te importe una mierda lo que la gente escriba.
– Estáis en el váter: sustituiste las etiquetas del champú por el Candy Crush, Twitter o incluso hablar por el chat con otra persona.
– Estáis con amigos que os cuentan su vida después de mucho tiempo sin veros: cuando pasa un tiempo, inconscientemente echas mano del móvil para ver la hora y te encuentras un iconito de chat de whatsapp. WHATSAPP. Esa gran aplicación. Y claro, si entras para leer porque la curiosidad de quién te ha hablado te puede más que todas las cosas, aunque sea un vistazo fugaz, ya te han visto que te has conectado y pueden pensar que estás pasando de contestarle. Por tanto dejas colgada a la otra persona con la que has quedado físicamente por alguien virtual. Y cuando quedes con ese alguien virtual otro día, te pasará lo mismo con otra persona. Y así.
Reconozco que al principio SÍ que era una de esas, que estaba muy viciada, pero poco a poco se te va bajando la fiebre porque vas comprendiendo que no es normal. e incluso se han hecho estudios de si el Whatsapp crea adicción. Si sales a la calle, ten un poco de respeto por los que quieren disfrutar de tu compañía, e intenta por todos los medios superar la adicción por que si bien tendrás miles de personas virtualmente, las irás perdiendo una a una cada vez que quedes con ellos y vean que para eso se hubieran quedado en su casa hablando contigo por internet.
Esto es lo que pone de manifiesto este corto de 2 minutos: “I forgot my phone”.
Muy interesante y real como la vida misma.
¿Y tu, cómo te sentirías?
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